México no cuenta con la capacidad científica para evitar riesgos por ‘fracking’

Aseguran especialistas que nuestros país no cuenta con la capacidad científica y analítica para evitar que la fracturación hidráulica genere daños ambientales e indicaron que esta técnica si puede provocar un desabasto de agua en el país.

Como parte de la reforma energética, los legisladores incorporaron en la Ley de Hidrocarburos la figura del fracking, técnica que consiste en el uso de agua, arena y agentes químicos a alta presión para extraer el gas de lutitas que se localiza a profundidades de mil 500 a 2 mil metros.

En nuestro país los principales yacimientos de gas shale se localizan en zona fronteriza noreste del país que comprende el norte de Veracruz, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua, regiones donde se registran problemas de abasto de agua.

Datos de la Conagua señalan que en la zona centro- norte del país se concentra el 27 por ciento de la población y se cuenta con sólo el 32 por ciento del agua renovable; en la zona sur donde existe el 68 por ciento del agua el país, se asienta el 23 por ciento de la población.

Además, de los 653 acuíferos reportados, 104 presentan problemas de sobreexplotación, lo anterior implica que más del 50 por ciento del agua subterránea que se utiliza en el país proviene de los acuíferos sobreexplotados. Una parte importante de estos acuíferos se localizan en la zona de la Cuenca Sabinas, Coahuila, donde en el 2012 Pemex descubrió gas shale.

Noticias MVS solicitó a la Comisión Nacional del Agua una entrevista para conocer su postura en torno a este tema, no obstante sólo se proporcionó una entrevista que concedió el pasado el pasado 23 de junio de este año el titular de ese organismo, David Korenfeld, quien aseguró que no está en riesgo el agua para consumo humano.

“El famoso fracking se puede hacer seco y con agua. Y el agua que se requerirá o que se requiera para determinar ese tipo de proyectos, estará cuantificada como un uso más, no peleará ese uso contra otros, sino que de la cantidad disponible, en los lugares donde exista la disponibilidad se va a poder utilizar. Nunca estará, y quiero ser muy claro, ninguna gota de agua para el consumo humano o para la agricultura, en riesgo porque México transite a nuevas formas de utilizar su energía”.

No obstante, Luca Ferrari Pedraglio, investigador titular “C” en el Centro de Geociencias de la UNAM, campus Juriquilla, consideró que esta técnica si pone en riesgo el abasto de agua, ya que cada uno de los cerca de 15 mil pozos que se tienen proyectados perforar, requerirán de 10 a 20 millones de litros de agua potable.

“Pueden decir que no va a provocar un desabasto, eso es cuestión de hacer cuentas, tenemos una escasez de agua en la zona norte del país y cada operación de fracking, cada pozo puede tener más de una, implica el uso de millones de litros de agua y esta agua ya no se puede volver a utilizar se piensa realizar de 10 a 15 mil pozos, entonces basta hacer cuentas y ver de dónde sale está agua”.

Respecto al fracking seco, el académico de la UNAM subrayó que está técnica todavía se encuentra en fase experimental, donde se sustituye el agua con un gel a base de gas (propano y butano), indicó que es una técnica que no ha demostrado todavía ser viable comercialmente, sobretodo porque el gas es mucho más caro que el agua.

“Si existen algunos procesos experimentales, a lo mejor en teoría existe la posibilidad, pero en la práctica, en Estados Unidos, el punto de vista comercial, se hace con agua, nosotros podremos encontrar un método especial en laboratorio, pero todo es más caro, ya estamos al límite de la economicidad en Estados Unidos, en México va a ser más caro aún porque los pozos se tardan más tenemos necesidad de insumos que son importados, no hay la misma red de comunicación que hay en Estados Unidos”.

Ante los problemas de contaminación que puede ocasionar la fracturación hidráulica, David Korenfeld dio a conocer, el pasado 23 de junio, que el gobierno de Holanda está elaborando un estudio para saber los efectos que tendrá esta técnica en la calidad del agua, dicho estudio deberá estar listo el próximo mes.

“Firmamos un convenio con Holanda, que lo viene haciendo también, en muchas partes del mundo, en donde entregaremos, bueno, recibiremos un estudio que estamos trabajando conjuntamente con ellos, para garantizar cuáles son los efectos de calidad del agua y que se construya en el caso de utilizarse, la infraestructura en esos lugares, para darle no sólo calidad, sino reúso a la misma agua. Pero son cuestiones que a través de la tecnología se vienen haciendo en otros países y nosotros vigilaremos que el agua cumpla con la norma de calidad”.

Sin embargo, Ferrari Pedraglio puntualizó que nuestro país no cuenta con la capacidad científica y analítica para supervisar que las empresas vinculadas a la explotación del gas shale se ajusten a la norma y de esa forma evitar daños a la salud de la población y al medio ambiente.

“No hay la capacidad analítica y de gente, de profesionales que puedan estar monitoreando cientos de pozos o hasta miles de pozos que se van hacer, ahí es donde está el problema, aunque en el papel te digan que van a controlar que no se viertan las aguas contaminadas en los ríos, en el suelo, etcétera, claro que lo van hacer, y va a ser imposible que el Estado tenga la capacidad en el corto plazo”.

Ante este panorama, César Herrera, consultor del Consejo Consultivo del Agua, destacó que las autoridades tendrán ante sí el reto de instrumentar un adecuado programa de monitoreo.

“Son como tres grandes componentes en esto: qué debe hacer la autoridad en términos de normar el desarrollo de esta actividad; dos, qué debe aportar la empresa y tres, un programa de monitoreo que permita dar seguimiento a qué está pasando tanto en las corrientes superficiales como en las tomas domiciliarias para que pronto se advierta si hay un gran problema y se puedan tomar las medidas”.

En la segunda parte de este trabajo, los especialistas dan a conocer algunas razones por las cuales el gas shale puede representar un mal negocio.

 

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